¿Por qué el zumo de tomate es irresistible a bordo de un avión?

En este artículo te desvelo por qué es la bebida estrella cuando volamos

Lufthansa sirve aproximadamente 1,7 millones de litros de zumo de tomate al año, convirtiéndose en la bebida más popular durante los vuelos. Sin embargo, esta preferencia parece desvanecerse en tierra firme, ya que probablemente no recuerdes a nadie pidiendo un zumo de tomate en un restaurante o en una terraza. Entonces, ¿qué hace que el zumo de tomate sea tan deseado a 10,000 metros de altura?

Durante un vuelo, nuestro cuerpo se enfrenta a tres condiciones atmosféricas que alteran nuestra percepción sensorial: la presión atmosférica, la humedad y el ruido. La neurociencia ha demostrado cómo estos factores influyen en la manera en que percibimos el sabor. ¿Te interesa saber más? Aquí te lo explicamos.

Factor #1: La presión atmosférica

En los aviones, un sistema de presurización nos permite respirar adecuadamente durante el vuelo, manteniendo una presión similar a la que se encuentra en una montaña de 2,500 metros de altura. Esto es considerablemente más bajo que la presión a la que estamos acostumbrados en tierra. Un experimento reveló que en condiciones de baja presión, el umbral para percibir sabores y olores aumenta, es decir, necesitamos más intensidad para detectar los sabores, especialmente la sal, el azúcar y el glutamato. Por esta razón, las comidas servidas en aviones suelen contener más sal, azúcar y especias.

Factor #2: La humedad

El nivel de humedad durante un vuelo es extremadamente bajo. Las bajas temperaturas externas y el sistema de ventilación del avión reducen aún más la humedad, lo que puede causar que notemos sequedad en los ojos, la piel e incluso una ligera deshidratación. Esta baja humedad también afecta a los receptores sensoriales en la lengua y la nariz, esenciales para percibir sabores y olores.

Factor #3: El ruido

El ruido constante durante el vuelo puede interferir con nuestra percepción sensorial. Por un lado, crea una interferencia sensorial, dificultando la concentración en las cualidades de los alimentos. Por otro, existe una asociación implícita entre ciertos sonidos y sabores. Un estudio demostró que el ruido alto aumenta la frecuencia cardíaca, indicando estrés, lo que a su vez puede intensificar el placer al consumir alimentos dulces debido a la liberación de endorfinas.

Los estudios muestran que, en un vuelo, los alimentos se perciben como un 30% menos dulces o salados, pero más crujientes. Entonces, ¿qué tiene que ver todo esto con el zumo de tomate? La respuesta es: umami.

El umami: el secreto del zumo de tomate

El umami es uno de los cinco sabores básicos, junto con el dulce, ácido, amargo y salado. A diferencia de otros sabores, el umami se mantiene estable durante un vuelo, permitiéndonos percibir los matices de los alimentos. Además, el zumo de tomate es eficaz para combatir la deshidratación leve causada por la baja presión y la sequedad del aire. Nos aporta electrolitos, vitamina C y antioxidantes, brindándonos efectos positivos rápidamente.

El umami, identificado por primera vez en Japón a principios del siglo XX, es conocido por intensificar el sabor de los alimentos. Se encuentra en quesos viejos, carnes, pescados, salsa de soja y tomates maduros. Así que, cuando disfrutes de un zumo de tomate a bordo, estás experimentando un sabor que se mantiene robusto incluso a miles de metros de altura.

Maximizar imagen
Editar imagen
Borrar imagen

Fuente: Spence, C., Michel, C., & Smith, B. (2014). Airplane noise and the taste of umami. Flavour, 3(1). https://doi.org/10.1186/2044-7248-3-2

Conclusión

La próxima vez que vueles, mantente hidratado y, si optas por un zumo de tomate, disfrutarás de todo su sabor sin la necesidad de recurrir a alimentos cargados de saborizantes. Este sencillo pero sabroso jugo es un aliado perfecto en las alturas, donde los sabores cambian, pero el umami permanece intacto.

sentidos, vuelo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

© Neurorachel. Todos los derechos reservados | Política de privacidad | Cookies  | Aviso legal | Desarrollo Marketing Online Jiménez Carbó